Se dice que la primera cita es como una entrevista, pero no es así. Mucho antes del estreno oficial del Porsche Panamera G2 en Rusia, nuestro equipo se imaginó a sí mismo como a cupidos profesionales del automovilismo y se esforzó al máximo para que el encuentro con el nuevo producto tan esperado fuera memorable. Una serie de eventos de presentaciones privadas en Moscú y San Petersburgo tenía que convertirse en un contacto cercano y un diálogo entre dos seres: un coche y una persona.
Inspirados con la audacia y el espíritu deportivo de la legendaria marca Porsche, organizamos una vista privada al nuevo coche, donde creamos un lugar de encuentro conceptual: un cubo cerrado con un cuadrilátero de boxeo, donde los verdaderos conocedores del alto estilo en las carreteras ya esperaban el Panamera más potente, deportivo, lujoso y tecnológico. Un cuadrilátero en el que no hay contrincantes ni perdedores, una ronda de autos de dos aliados de las esquinas rojas y azules.
Estar a solas con un coche potente, conocer a fondo cada detalle del nuevo producto y sentirse como su futuro propietario. Después de esta reunión secreta muchos no querían despedirse de él.